Cada jugada resulta más bonita, cada gol parece de play station. Uno más bonito que el anterior. Con una especie de pegamento en los chimpunes, Messi elude rivales apagando sus virtudes e iluminando sus pasos. Desequilibra y acelera cuando está por entrar al área. El segundo gol contra el Real Madrid, fue tan espectacular que tranquilamente podían haber anulado de una vez el partido. Messi nunca deja de sorprendernos y siempre esperamos más.
Buscando la mezcla perfecta
Hace 11 años