jueves, 29 de septiembre de 2011

Por siempre Loco





Yo lo recuerdo así. Con una sonrisa casi pegada en su rostro. Llegó de Iquitos al colegio con nueve años y lo primero que hizo fue amistades.  Con su típico chiste, ese de hacerse el que lo habían golpeado mientras gritaba “ya pues profe mírelo”.  Cómo olvidar, cuando tan solo de chicos, tuvo un accidente conmigo que quizá hasta fue mi culpa, nunca me tuvo rencor y yo nunca le pedí las disculpas suficientes.
Anécdotas  y experiencias hay miles, pero todas se resumen en que fue un tipazo. Buena persona, buen hijo, nieto y sobretodo amigo. Fue una de las personas más alegres que conocí. Y solo de verlo, ya inspiraba esa alegría, te la contagiaba. Walter era sinónimo de una sonrisa.
El fútbol siempre nos unió, para los que no saben, él era un defensa aguerrido, de esos que siempre dejan todo en la cancha. Ahora, el fútbol también nos separó. Estás cortas líneas sólo quieren decir que fuiste un grande en una tierra de pequeños, que mientras estuviste le alegraste la vida a todos. Yo te recuerdo así.  Y nunca te voy a olvidar.
Este sábado en el Centro Naval, sus amigos y su equipo de toda la vida jugaremos un partido homenaje a Walter.  Será a la 1:30pm y están todos invitados.