martes, 14 de diciembre de 2010

ÉTICA FRANCA

El entrenador se había quedado con la rabia del gol que recibió en los últimos minutos del partido de ida. Estaba estresado por armar su alineación para el de vuelta, tenía dos sensibles suspenciones. Cuando le llegó una carta. La abre y lee que su diez, el diferente, el irremplazable había sido habilitado para jugar el domingo a pesar de la falta que cometió. Y no era cualquier partido. Era la final del campeonato, ese que habían peleado con todo el esfuerzo desde principios de año. Al que llegaron en voz bajita, sin que nadie los conozca y ahora, son los más solicitados por la prensa. Hoy están la cima, a un paso de ser los mejores del país.
Emocionado por el reciente fallo, el DT declaró a toda la prensa que de todas formas su jugador más habilidoso iba a arrancar en la final del torneo. "Es obvio", pensarían algunos. Ganar o ganar, a cualquier precio.
Llegó el domingo, estaba por comenzar la gran final. Estadio abarrotado de gente. ¡SORPRESA!, el futbolista perdonado estaba en la tribuna. El técnico dio una segunda mirada a la situación y decidió hacer algo por el bien del fútbol peruano. Resolvió limpiar las manchas hechas por la oscura Comisión de Justicia.
"Los tiempos del negocio se han deborado a los tiempos del fútbol", dijo alguna vez César Luis Menotti sin faltarle razón. Sin embargo, hay cosas más importantes que el resultado. Ganar o perder es importante para el momento, pero este hecho ha marcado un precedente y se recordará para siemrpe.

"La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se aplica  a los distintos ámbitos de la vida personal y social".